Niño que se esconde detrás de las páginas,
donde los sentimientos son compartidos,
donde el protagonista tiene su cómplice lector,
donde la vida no duele tanto.
Allí existen finales felices,
un personaje que sabe estrechar los brazos que le ofrecen,
inocencia en palabras, sentimientos puros, ideologías altruistas
y un némesis maligno de cartón
dispuesto a cambiar sus hábitos sólo a cambio de amor
Fuera de esto, un niño que no puede serlo,
temerario a simple vista, llora en su interior
donde su alma(corazón?) guarda las utopías leídas,
implentándolas, y sin mucho estupor
observando la desesperanzadora reacción.